Con sus fachadas mirando al mar, antes de la intervención el edificio sufría por las tormentas y el salitre. La humedad filtraba a través de sus muros y la reforma de la fachada resultaba necesaria.
Con sus fachadas mirando al mar, antes de la intervención el edificio sufría por las tormentas y el salitre. La humedad filtraba a través de sus muros y la reforma de la fachada resultaba necesaria.
La intervención con sistema de fachada ventilada consigue la máxima protección de sus muros. A pesar de su aspecto geométrico, el edificio tiene numerosos quiebros que no nos han desanimado para su realización. Hemos diseñado una protección de varios niveles para la reforma de fachada: mortero impermeable, lana de roca, cámara de aire y revestimiento de baldosa. Esta protección permite disfrutar las vista del mar sin sufrir los vientos fríos ni la humedad.
Donostia-San Sebastián
2020